Brilli Brilli

Nunca me han gustado las joyas, entiendase llevarlas, odio las perlas menos a los 3 que no me quitaba el collar de mi madre ni aunque me tuviese que meter en la bañera. Superada esa fase...cuanto menos...mejor. Hace poco que he vuelto a usar pendientes... y como en muchas cosas no tengo medida o poco o casi nada..... o me lo pongo todo.




Pasamos de aros practicamente imperceptibles.....a pendientes que cuelgan sobre el hombro...plata, oro...pero que no destiña....a ser posible. Las turquesas me siguen volviendo loca...y con el paso del tiempo tolero mejor los brillis brillis...pero en una medida tan pequeña que necesites fijarte.


Como decía un compi de trabajo... Mis chuches....así llamaba a las joyas....yo todavía no tengo chuches...y si tengo espero que sean como las que ha diseñado Erin Watsson o las que hacen las gallegas de Sansours, piezas arquitectónicas sencillas, eternas, elegantes...y naturales sobre todo naturales.







Entiendo el oficio del joyero las obras de arte que hacian casas como Cartier pero esas mejor en museos, para mí prefiero la sencillez.